Japón ha
decidido dejar de importar trigo de Estados Unidos, mientras que la
Unión Europea ha anunciado controles y ha alertado a sus Estados
miembros debido a la detección de un transgénico no autorizado en
una granja de Oregón. La variación genética fue introducida por
Monsanto, empresa líder en el sector, aunque la compañía suspendió
el programa hace ya nueve años ante las protestas ecologistas y de
la industria. Fuentes de la firma aseguran que el hallazgo es
"inesperado" y que hay "fundadas razones" para
creer que, si se confirma la validez de las pruebas realizadas, la
presencia del producto es muy limitada.
Hace
15 años, Monsanto inició las pruebas de campo para introducir en
el mercado el llamado Roundup Ready, un gen que permitiría al
cereal tolerar el Roundup, un herbicida compuesto de glifosato que
es comercializado por la misma empresa y que, de otro modo, mataría
a la planta. A pesar de que la compañía emplea esta técnica con
el maíz y la soja, en
2004 decidió suspender el programa que culminaría con el primer
trigo transgénico. Según apuntan fuentes de la firma, optaron
por echarse atrás debido a la "drástica disminución de la
superficie plantada y, en gran parte, a la falta de alineamiento de
la industria". Estas mismas fuentes sostienen que en aquel
momento se actuó de forma rigurosa. Ahora, el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos ha detectado esta variación en una
granja de unas 30 hectáreas en Oregón. Los responsables de
Monsanto no han querido explicar qué ha podido ocurrir.
Fuentes de la
empresa garantizan que no hay problemas de seguridad en los
alimentos, piensos o el medio ambiente asociados a la presencia del
gen Roundup Ready, "en caso de que este sea hallado en el
trigo". En 2004 se encontraron, no obstante, con la oposición
de grupos ecologistas, agricultores, consumidores, religiosos y
compradores extranjeros, que aducían supuestos riesgos para la
salud, posible aparición de malas hierbas resistentes al herbicida
y el temor a que unas pocas multinacionales controlaran los
principales cultivos del planeta.
A pesar de que
la mayor parte de la producción de Oregón está destinada al
mercado asiático, la Comisión Europea ha alertado a España
—principal comprador— y a otros países importadores —la UE
compra cada año un millón de toneladas de trigo a Estados Unidos—.
También ha pedido explicaciones a la empresa y ha instado a sus
responsables a facilitar un método válido para detectar la
presencia de este transgénico, a lo que Monsanto ha respondido con
"plena cooperación", informa Europa Press.
Fuentes de la
compañía afirman que trabajarán con el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos para confirmar los resultados de la
prueba y determinar cuáles son los próximos pasos a seguir.
Asimismo, se comprometen a llevar a cabo una "rigurosa
investigación" para validar el alcance y hacer frente a
cualquier presencia del gen Roundup Ready en las semillas de trigo
comercial.