sábado, 30 de marzo de 2013

Las 'confesiones' de Darwin, a golpe de clic



La famosa carta en la que el naturalista Charles Darwin le comenta al botánico Joseph Hooker en 1844 que cada día aumenta su convicción de que las especies "no son inmutables", y después añade humorísticamente que la afirmación implica algo así como "confesar un asesinato", será publicada por la Universidad de Cambridge en formato digital dentro del Darwin Digital Project que pondrá al alcance del público el archivo del científico.
El Darwin Digital Project será presentado en los próximos días como otro de los proyectos de la universidad inglesa de difundir los archivos y bibliotecas, heredados de algunos científicos o adquiridos por el centro académico, y colocarlos al acceso del público a la distancia de un click de ordenador. La publicación de los legajos documentales de Charles (1809-1882) sigue la tónica de lo hecho ya con el archivo de Sir Isaac Newton Project, que ha sido visitado por millones de usuarios globalmente y que incluye la documentación del matemático que formuló la ley de la gravedad.
En total se publicarán unas 9.000 cartas del autor de El Origen de las especies entre las cuales unas 1.400 constituyen la correspondencia entre él y el botánico Joseph Hooker (1817-1911), director del Royal Botanic Gardens, de Kew, suroeste de Londres, amigo y colaborador del naturalista, además de proveedor de plantas y especies vegetales. Los dos estudiosos de la época victoriana se cartearon durante casi 40 años, desde 1843 hasta la muerte de Darwin en 1882.
Joseph sucedió a su padre en el puesto de director del Royal Botanic Gardens. Charles Darwin mandó a Joseph Hooker el manuscrito de su obra magna para que lo leyese y le hiciese los comentarios pertinentes, y con el manuscrito le adjuntaba la misiva en la que comparaba la concluyente afirmación de que el hombre viene del mono a la confesión de un asesinato. El Origen de las especies fue publicado hace en 1859 tras agrias polémicas con la Iglesia y con algunos científicos de la época. Los Hooker, en cambio, atendían las razones del naturalista.
Las cartas no forman la única documentación del archivo digitalizado, sino que publicarán también los múltiples borradores que precedieron al manuscrito final del libro que escandalizó a la sociedad victoriana de la época porque minimizaba el papel de Dios en la creación del hombre así como los cuadernos y notas en los que Darwin analiza la teoría de la evolución y la formación de las especies por selección natural.

Más de 300 cartas inéditas

Junto con las cartas cruzadas con Hooker se incluye también la correspondencia con los científicos del momento, y también libretas sobre la expedición Beagle. 'The voyage of the Beagle' (El viaje del Beagle) es el primer libro publicado por Darwin, en 1839, que le dio fama como riguroso científico y naturalista.
El barco 'Beagle' partió de Plymouth, sur de Inglaterra, el 27 de diciembre de 1831 con la intención de que el biólogo se embarcaba en una expedición de dos años a parajes lejanos para estudiar la flora de otros lares. El viaje se prolongó cinco años durante los cuales Darwin escribió sus Journals & Remarks (Diarios y Observaciones) que resultaron ser pozos de información sobre bilogía, geología y antropología.
La directora del proyecto para digitalizar y poner al alcance del público el archivo de Charles Darwin es Alison Pearn, quien manifiesta que el contenido de muchas cartas es conocido, pero "hay más de 300 que son inéditas". A su parecer, la publicación de los documentos dará a conocer también aspectos personales del biólogo como el dolor por la muerte de sus hijos o de su nuera de parto. Estas trazas privadas emergen también en la correspondencia con Joseph Hooker con quien comparte el dolor de perder hijos pequeños. Alison Pearn considera que Darwin "no pudo ser más franco con nadie más que con Hooker".
El director del Royal Botanic Gardens vio morir a una hija de diez años y a un hijo bebé mientras que Darwin enterró a una hija de 6 años. El naturalista expresa un profundo dolor informando a su amigo de la muerte de su nuera Amy, otra de las personas que le apoyaba en sus investigaciones proveyéndole de plantas. "Nos vas a compadecer cuando sepas que Amy afectada de contracciones que duraron varias horas hasta que sucumbió, su vida se apagó esta mañana a las siete", escribe el científico explayándose en torno a las virtudes de su nuera Amy, esposa de Francis. Del parto en el que murió ella, sobrevivió su hijo Bernard, quien creció con su padre y con sus abuelos paternos.


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