La simulación climática en ordenador del clima de la Tierra con la
que trabajan los expertos de la NASA permite hacer un retrato del
planeta en el que destacan los llamados aerosoles, es decir, las
partículas en suspensión del polvo que se levanta de la superficie, la
sal marina que gira dentro de los ciclones, el humo que se eleva de los
fuegos y las partículas de sulfatos procedentes de los volcanes y de la
quema de combustibles fósiles.
La simulación, global y en alta resolución, es un modelo computerizado dinámico con el que se trabaja en el Centro de Vuelo Espaciales Goddard, informa la NASA, y supone una herramienta esencial para estudiar el papel de la meteorología en el sistema climático terrestre. El modelo, denominado GEOS-5 es capaz de simular la meteorología de todo el mundo con resoluciones que van desde 3,5 a 10 kilómetros.
En el retrato del planeta, los diferentes códigos de colores permiten identificar el polvo (en rojo), la sal (azul), el humo (verde) y las partículas de sulfatos (blanco).
La simulación, global y en alta resolución, es un modelo computerizado dinámico con el que se trabaja en el Centro de Vuelo Espaciales Goddard, informa la NASA, y supone una herramienta esencial para estudiar el papel de la meteorología en el sistema climático terrestre. El modelo, denominado GEOS-5 es capaz de simular la meteorología de todo el mundo con resoluciones que van desde 3,5 a 10 kilómetros.
En el retrato del planeta, los diferentes códigos de colores permiten identificar el polvo (en rojo), la sal (azul), el humo (verde) y las partículas de sulfatos (blanco).